slide-b-bg

- La especialización en una región anatómica concreta permite optimizar
los resultados quirúrgicos minimizando el riesgo de complicaciones -

foto segundo carrusel

Especialista en blefaroplastia

- Confía solo en alguien con experiencia demostrada
a la hora de operar tus ojos -

¿CUÁL ES MI TRAYECTORIA?

Cuando algo te apasiona, dedicar gran parte de tu vida a ello resulta fácil, y transmitirlo a los demás, también. Y con pasión comenzó mi carrera profesional. Pero no con la mía, sino con la de mi madre. Su pasión y dedicación a la oculoplástica me cautivó desde el principio, y de una manera inconsciente. Me hizo querer ser lo mismo que ella y amarlo de la misma manera. Pero ese camino está lleno de retos difíciles que hay que superar para obtener la excelencia alcanzada por ella. Un vez ya en la facultad de medicina, desde cuarto de carrera, me “pidió” que fuese a ayudarla a quirófano. Una ayuda que, hoy, sé que no necesitaba, pero que hacía que te sintieras responsable y que te obligaba a estudiar y a preparar todas las cirugías para dar la talla. De forma casi inconsciente, durante los cuatro años siguientes (tres de carrera y uno de preparación del MIR), había aprendido ya la mayor parte de las técnicas quirúrgicas de la oculoplástica, asimilando las difíciles maniobras quirúrgicas como algo natural, como la forma “normal” de hacer las cosas.

Para poder ser oftalmólogo, se necesita obtener un buen número en la oposición MIR y, especialmente, para optar a los mejores hospitales. En mi caso quería hacer la especialidad en el Ramón y Cajal, el hospital que primero se acaba en las elecciones de plaza, en aquella época, generalmente, en los 100 primeros números. Conseguí la plaza y, en él, complete mi formación como oftalmólogo.

Durante estos 4 años tuve la suerte de formarme con oftalmólogos punteros en cada una de las subespecialidades (retina, estrabismo, glaucoma etc). Además de seguir operando con mi madre durante toda la residencia, asistí a quirófanos de cirugía maxilofacial, tuve la oportunidad de aprender en Brasil y Francia con oftalmólogos oculoplásticos de referencia, y rotar 6 meses en cirugía cráneo-facial en París. Todo ello me proporcionó una formación muy completa, habiendo realizado, durante mi especialización,  incluso técnicas reservadas a prestigiosos especialistas de larga trayectoria profesional.

Ya como adjunto especialista pude quedarme a trabajar en la unidad de órbita y oculoplástica del Hospital Ramón y Cajal. En ella he podido hacerme cargo de casos complejos de patología orbitaria, al ser centro de referencia nacional (CSUR) en tumores orbitarios y orbitopatía tiroidea. Dentro de las patologías que el ministerio de sanidad considera que deben ser tratadas en centros de referencia, dos afectan a la oculoplástica; los tumores y la orbitopatía tiroidea, siendo, junto con el hospital de Bellvitge, los dos únicos centros de referencia nacional para tratar estas enfermedades.

Igualmente desde el final de la residencia, ejercí la práctica privada de la especialidad. En ella, aparte de realizar las mismas técnicas reconstructivas y rehabilitadoras que en el hospital, me focalicé en cirugía estética periocular, principalmente en las blefaroplastias. La gran especialización en la región anatómica periocular, me ha permitido desarrollar con precisión las técnicas de cirugía estética y rejuvenecimiento de dicha zona, optimizando los resultados y minimizando las complicaciones.

Y así se cierra el ciclo. La pasión que mi madre consiguió transmitirme en su trabajo la he convertido en propia, y la intento transmitir esforzándome al máximo y dando lo mejor de mí mismo a cada uno de mis pacientes.

quirofano-marco-sales-01 quirofano-marco-sales-02

@2016 Copyright by Doctor Marco Sales Sanz.